
Fenómenos migratorios y suicidio
La relación entre suicidio y migración es compleja y multifactorial. Hay varios factores que pueden contribuir al aumento del riesgo de suicidio en los migrantes, incluyendo:
Estrés y trauma relacionados con la migración: Durante la migración se experimentan situaciones potencialmente traumáticas, como la exposición a la violencia, la discriminación, la separación de la familia y hasta agresiones sexuales. Estos eventos pueden aumentar el riesgo de trastornos mentales, como la depresión y el trastorno de estrés postraumático y por ende el suicidio.
Exclusión social: Los migrantes pueden sentirse excluidos y marginados en sus nuevos entornos, lo que puede aumentar el riesgo de aislamiento social.
Dificultades en la adaptación: La adaptación puede ser difícil, especialmente si enfrentan barreras lingüísticas o culturales. Estas dificultades pueden aumentar la sensación de aislamiento, de vulnerabilidad, el estrés, el abuso en el consumo de alcohol y la ansiedad.
Problemas económicos: La migración conlleva regularmente dificultades económicas, lo que puede aumentar los problemas mentales, particularmente en los hombres.
Separación familiar: La separación de la familia puede ser un factor de riesgo para el suicidio entre los migrantes, especialmente entre los que se ven obligados a dejar a sus seres queridos atrás por razones económicas o de seguridad. Este fenómeno es particularmente relevante para la población mexicana, ya que la familia es la principal red de apoyo social en la cultura mexicana.